Rubina Ali no fue vendida

Rubina Ali no fue vendida

Su padre negó las acusaciones

El diario británico News of the World publicó que el padre de Rubina Ali, una de las pequeñas protagonistas de la cinta Slumdog Millionaire, estuvo a punto de venderla por la cantidad de $400 mil, pero Rafiq Qureshi de inmediato negó las acusaciones asegurando que se trató de una "trampa".

Por el bien de la familia

Rafiq Qureshi, padre de Rubina, fue expuesto por el diario, ya que dos de sus reporteros se hicieron pasar por un opulento jefe y su esposa, luego de enterarse que la niña había sido puesta en adopción al mejor postor

Al parecer, Qureshi decidió poner en adopción a su hija porque el estado de pobreza extrema en el que se encontraban no cambió después de que su hija se volviera una estrella conocida alrededor del mundo.Una fuente cercana explicó al diario:

"El éxito de su hija se olvidará y su momento de fama se acabará. El padre tiene una familia que alimentar y simplemente no puede hacerle frente. Está dispuesto a encontrar a un hombre rico al que entregarle a Rubina, pero sólo si quiere ayudar a toda la familia a salir de los arrabales".

La venta fue negociada por el cuñado de Rafiq Qureshi, Rajan More, en Bombay, pactando la suma de $400 mil por la niña, a lo que su padre se limitó a decir: "estoy de acuerdo con lo que hayan discutido con Rajan, aceptaré a cantidad de dinero acordada con él".

Qureshi negó la transacción que estaba por realizar, aunque sí comentó que se había reunido en un lujoso hotel de Bombay para hablar sobre el futuro de su hija: "Fuimos allí a reunirnos con ellos con buena voluntad. Pero han hecho acusaciones falsas sobre mí y tratan de tenderme una trampa".

"La información que indica que quiero vender a Rubina son infundadas", dijo Rafiq Qureshi, aunque el diario británico sacó una grabación en la que se puede escuchar al padre de la actriz decir que lo haría por el bienestar de su familia.

El padre de Rubina Ali agregó que sí le hicieron una oferta por la niña, pero él se negó a aceptarla.

Este tipo de transacciones comerciales con seres humanos es un hecho tristemente frecuente en la India, un país con más de 1,200 millones de habitantes y en el que la mayoría de las personas viven en condiciones de pobreza extrema, tal como lo retrató la cinta Slumdog Millionaire.

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